Por José Omar Tinajero Morales
San Alfonso María de Ligorio es considerado Doctor de la Iglesia por la excelencia y ortodoxia de su obra. Aunque trató varios temas como la moral, la preparación para la muerte, la oración, etc., sin duda su tema más fuerte se refiere a la mariología. Su obra cumbre lleva el nombre de Las glorias de María, que se ha traducido a muchos idiomas y que sólo es superado en número de ediciones por La imitación de Cristo de Tomás de Kempis.
Si quieres ser más devoto de la virgen María, no dudes en leer la obra de san Alfonso María de Ligorio quien naciera cerca de Nápoles en 1696. Desde niño despuntó por su inteligencia y ya a los 16 años se recibía como doctor en ambos derechos: civil y canónico. Algún tiempo litigó, hasta que un día sufrió una decepción al perder un juicio. Desde entonces buscó cambiar de vida y decidió ser sacerdote. Se ordenó a los 30 años de edad.
También sería fundador y el 9 de noviembre de 1752 fundó la Congregación del Santísimo Redentor (Redentoristas), que tienen como carisma evangelizar a los pobres. Diez años después fue nombrado obispo de Santa Agueda, cargo que ocupo por 13 años.
Murió el 1 de agosto de 1787 a los 90 años de edad. El papa Gregorio XV lo canonizó en 1839 y Pío IX en 1875 lo nombró doctor de la Iglesia.
Para escribir Las Glorias de María se llevó 16 años, empezó cuando tenía 38 años y la terminó hasta que cumplió los 54 años. San Alfonso decía que le gustaba documentarse lo mejor posible, lo que se demuestra en la amplia cantidad de citas donde menciona a autores como: san Bernardo, san Agustín, san Gregorio Magno, santo Tomás de Aquino, san Francisco de Borja, Tomás de Kempis, santa Catalina de Siena, San Alberto Magno, san Buenaventura, san Bernardino de Siena, san Vicente Ferrer, san Antonino de Florencia, beato Alano de la Roche, santo Tomás de Villanueva, entre muchos otros. El gran valor de la obra de san Alfonso es que sintetizó el pensamiento de los anteriores padres y doctores de la Iglesia aunado con los escritores eclesiásticos.
San Alfonso escribió 111 libro y dejó alrededor de 2000 manuscritos. Había hecho el voto de no perder el tiempo y aprovecharlo en cosas buenas. También consideraba que la mejor penitencia era leer kibros y les fascinaban en especial, los de las vidas de santos.
Las Glorias de María está dividida en dos partes, en la primera hizo un análisis de la oración Salve Regina, una de las más famosas de la Iglesia Católica y en la segunda se concentró en los pasajes más importantes de la vida de la Virgen María.
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